Ese gato negro que hace dos meses camina por el playón de estacionamiento es mirado de reojo por los habitantes de la Bombonera. Mitad en broma, mitad en serio, algunos apuntan su responsabilidad en esta crisis de Boca. Y si se tiene en cuenta que ya son 13 los jugadores que se lesionaron este año (sí, vaya número), algo debe tener que ver, dicen los supersticiosos. No obstante, el felino no es el único al que culpan por esta desafortunada campaña que tiene al campeón sin posibilidades de aspirar al Bi y con cierta incertidumbre de cara a los octavos de final de la Copa, certamen en el cual la clasificación está descontada. Para algunos de los principales dirigentes, jugadores e hinchas, el gato negro ahora es Carlos Ischia.
Un directivo fue contundente. "No hay ninguna chance de que se despida a Ischia o que renuncie", disparó. Pero la repregunta de Clarín no dejó la misma sensación.
¿Y qué pasa si el equipo queda eliminado de la Copa en los octavos o cuartos de final?
¿Y qué pasa si mañana cruzo la calle y me pisa un coche?
Ese coche no tiene paragolpes para Ischia. Está claro que la dirigencia no piensa en echar al entrenador, ya que no es la política del club. Pero un adiós prematuro de la Libertadores empujaría a la dimisión al ex ayudante de Carlos Bianchi, el actual manager.
¿Por qué cambió el escenario del técnico, que fue ratificado en diciembre tras ganar el título doméstico? El planteo ante Central, con una línea de cinco atrás, fue muy cuestionado por los directivos y varios jugadores en la intimidad. Tampoco a muchos de los futbolistas les gustó que ninguneara a Leandro Gracián, quien iba a ser titular en Cuenca y en Rosario. Y son varios, en especial dentro de la dirigencia, los que lo critican por su mano blanda para manejar un vestuario en el que vive la interna entre Juan Román Riquelme y el resto. Ni hablar, claro, del affaire Caranta al que siempre encontraron un mismo responsable: el técnico.
Hay otro capítulo detrás de esta historia. "No se puede tener a Bianchi sentado en un escritorio", deslizó un directivo que piensa lo mismo que la mayoría: volver a ver al Virrey en el banco. Y aunque existe una cláusula en el contrato del entrenador más ganador de la vida azul y oro que le impide suceder a Ischia, un maquiavélico pensó en un breve interinato de Abel Alves.
Ischia sabe que sus acciones bajaron, que algunos dirigentes le soltaron la mano, más allá del respaldo del presidente Jorge Ameal y de Marcelo London, el directivo más cercano al técnico. "Me puede pasar lo mismo que a Simeone en River o Miguel (Russo) en San Lorenzo", dijo la semana pasada, antes de perder el invicto copero. Sin embargo, confía en salir primero en el Grupo de la Copa y en alzarla a mitad de año. Por el nivel futbolístico mostrado hasta ahora parece una misión casi imposible.
Fuente: Clarin
Un directivo fue contundente. "No hay ninguna chance de que se despida a Ischia o que renuncie", disparó. Pero la repregunta de Clarín no dejó la misma sensación.
¿Y qué pasa si el equipo queda eliminado de la Copa en los octavos o cuartos de final?
¿Y qué pasa si mañana cruzo la calle y me pisa un coche?
Ese coche no tiene paragolpes para Ischia. Está claro que la dirigencia no piensa en echar al entrenador, ya que no es la política del club. Pero un adiós prematuro de la Libertadores empujaría a la dimisión al ex ayudante de Carlos Bianchi, el actual manager.
¿Por qué cambió el escenario del técnico, que fue ratificado en diciembre tras ganar el título doméstico? El planteo ante Central, con una línea de cinco atrás, fue muy cuestionado por los directivos y varios jugadores en la intimidad. Tampoco a muchos de los futbolistas les gustó que ninguneara a Leandro Gracián, quien iba a ser titular en Cuenca y en Rosario. Y son varios, en especial dentro de la dirigencia, los que lo critican por su mano blanda para manejar un vestuario en el que vive la interna entre Juan Román Riquelme y el resto. Ni hablar, claro, del affaire Caranta al que siempre encontraron un mismo responsable: el técnico.
Hay otro capítulo detrás de esta historia. "No se puede tener a Bianchi sentado en un escritorio", deslizó un directivo que piensa lo mismo que la mayoría: volver a ver al Virrey en el banco. Y aunque existe una cláusula en el contrato del entrenador más ganador de la vida azul y oro que le impide suceder a Ischia, un maquiavélico pensó en un breve interinato de Abel Alves.
Ischia sabe que sus acciones bajaron, que algunos dirigentes le soltaron la mano, más allá del respaldo del presidente Jorge Ameal y de Marcelo London, el directivo más cercano al técnico. "Me puede pasar lo mismo que a Simeone en River o Miguel (Russo) en San Lorenzo", dijo la semana pasada, antes de perder el invicto copero. Sin embargo, confía en salir primero en el Grupo de la Copa y en alzarla a mitad de año. Por el nivel futbolístico mostrado hasta ahora parece una misión casi imposible.
Fuente: Clarin
1 comentarios:
porque no te vas de una ves fundiste a central no servis para director tecnico no te banco andate pecho frio andate a river sos gallina cagon no servis para nada queres fundir a boca vas a terminar mal gana la copasino te vamos a ir a buscar forro andate cagon no servis para nada inutil puto
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