El primer lustro de los setenta no fue nada auspicioso en cuanto a resultados, aunque sí lo fue por la aparición de jugadores surgidos de la cantera con un nivel futbolístico extraordinario. Osvaldo Potente, Marcelo Trobbiani, Alberto Tarantini y Enzo Ferrero, entre tantos otros, fueron descubiertos por el ojo avizor del "Nano" Gandulla.
Pero lo mejor estaba por llegar. Con el arribo de Juan Carlos Lorenzo se inició un ciclo brillante e inolvidable. El bicampeonato del 1976 fue el prólogo de los primeros títulos internacionales del club, cuando en 1977 y 1978 se consiguió la Copa Libertadores. El broche de oro fue la Intercontinental ganada en Alemania el 1° de agosto de ese año.
A pesar de la llegada de Diego Armando Maradona, quien colaboró para obtener el Metropolitano del 81’, la década de los ochenta fue bastante pobre, no sólo a nivel deportivo sino en cuanto a lo institucional.
En 1984, el club fue intervenido y el estadio clausurado. Antonio Alegre y Carlos Heller fueron designados presidente y vice por el interventor Federico Polak, en enero del 1986, y salvaron a Boca de la quiebra económica. En 1989 se despidió la década ganando la Supercopa.
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