Las barras bravas no podrían existir sin la connivencia de la dirigencia deportiva, política y policial. En varias ocasiones Olé contó casos de relaciones carnales entre los violentos y el Estado. Pero por falta de pruebas o de voluntad, las causas judiciales siempre comenzaban y terminaban en los barras. Pues bien, ahora uno de ellos, puso en blanco sobre negro esta relación: el Uruguayo Richard declaró en el marco de la investigación por el crimen de Acro y reconoció que La Doce tiene protección policial y contó detalles de la misma.
El dato salió a la luz porque en su celular había llamadas de un oficial de la división Eventos Deportivos. El juez Rodríguez le preguntó y el Uruguayo, habló: "Este oficial se presentó y nos dijo que sería el encargado de La Doce de la Federal, que nos ayudaría en todo pero eso tenía su precio. Nos cobraba mil pesos por partido y nos tenía un bolso con armas preparado para cada encuentro. Además, cuando otra División nos buscaba por algún tema, yo por ejemplo que tenía captura, él nos avisaba antes por handy. A mí, un día que los de Conductas estaban por identificarme, me dijo 'mentí y yo los convenzo que vos no sos Richard'. Y zafé". Ahora, ese policía será denunciado por el juez Rodríguez por cohecho.
Pero Richard no sólo involucró a Eventos en la protección, sino también a la comisaría 24, con jurisdicción sobre La Bombonera. "Antes de un partido me detuvieron y me llevaron a la 24 (23/3/08, Boca vs. Colón) y como yo tenía orden de captura, Maxi, otro referente de la barra, pagó 10.000 pesos al personal policial y ficharon a mi hijo, y yo no quedé registrado". Sí, una bomba que Olé había contado un año atrás pero que la Justicia, con imágenes que ratificaban el hecho, aún no terminó de activar. El juzgado 14 recibirá esta declaración y actuará en consecuencia.
El Uruguayo también reconoció su amistad con el Colorado Luna, con quien compartió los penales de Caseros y Trelew y admitió que Luna fue con La Doce a un súper en el Monumental, tras el crimen de Acro, y que habló con él horas antes del homicidio pero afirmó que fue sólo para agradecerle un llamado previo por el cumpleaños de su hijo. Y sobre el final, dejó picando otro datito muy interesante. El teléfono de Jorge Rama, el empresario novio de Susana Giménez, estaba en su agenda. Y Richard admitió que son amigos y tienen contacto. Farándula, policías, dirigentes y barras. Un cóctel explosivo que la Justicia debe desactivar.
Fuente: Ole
El dato salió a la luz porque en su celular había llamadas de un oficial de la división Eventos Deportivos. El juez Rodríguez le preguntó y el Uruguayo, habló: "Este oficial se presentó y nos dijo que sería el encargado de La Doce de la Federal, que nos ayudaría en todo pero eso tenía su precio. Nos cobraba mil pesos por partido y nos tenía un bolso con armas preparado para cada encuentro. Además, cuando otra División nos buscaba por algún tema, yo por ejemplo que tenía captura, él nos avisaba antes por handy. A mí, un día que los de Conductas estaban por identificarme, me dijo 'mentí y yo los convenzo que vos no sos Richard'. Y zafé". Ahora, ese policía será denunciado por el juez Rodríguez por cohecho.
Pero Richard no sólo involucró a Eventos en la protección, sino también a la comisaría 24, con jurisdicción sobre La Bombonera. "Antes de un partido me detuvieron y me llevaron a la 24 (23/3/08, Boca vs. Colón) y como yo tenía orden de captura, Maxi, otro referente de la barra, pagó 10.000 pesos al personal policial y ficharon a mi hijo, y yo no quedé registrado". Sí, una bomba que Olé había contado un año atrás pero que la Justicia, con imágenes que ratificaban el hecho, aún no terminó de activar. El juzgado 14 recibirá esta declaración y actuará en consecuencia.
El Uruguayo también reconoció su amistad con el Colorado Luna, con quien compartió los penales de Caseros y Trelew y admitió que Luna fue con La Doce a un súper en el Monumental, tras el crimen de Acro, y que habló con él horas antes del homicidio pero afirmó que fue sólo para agradecerle un llamado previo por el cumpleaños de su hijo. Y sobre el final, dejó picando otro datito muy interesante. El teléfono de Jorge Rama, el empresario novio de Susana Giménez, estaba en su agenda. Y Richard admitió que son amigos y tienen contacto. Farándula, policías, dirigentes y barras. Un cóctel explosivo que la Justicia debe desactivar.
Fuente: Ole
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