Confirmada la postergación del partido contra Defensor Sporting, en Uruguay, creo que es un buen momento para plantear si esto es positivo para el equipo.
En primer lugar, sería interesante conocer los motivos de la postergación: un recital a organizarse en el estadio Centenario resulta una excusa que insulta a nuestra inteligencia. En el programa de Gonzalo Bonadeo, Despertate de una vez, comentaban diferentes alternativas, entre las cuales aparecía una solicitud de Boca Juniors para tener una cantidad de entradas que únicamente el estadio Centenario podía asegurar. Probablemente este sea el argumento (las entradas y el dinero, exacto) que una torpe Confederación Sudamericana no puede justificar. ¿Cómo resolver el tema de las entradas si no pueden reasignar sedes para los equipos mexicanos?¿es muy difícil jugar el partido un miércoles?
Dejando de lado estas cuestiones, veamos al equipo xeneize. Varios jugadores lesionados (Riquelme, Figueroa, Calvo, Muñoz) contarán con una semana más de recuperación. ¿Resulta una ventaja? Salvo el caso de Riquelme, ninguno de los demás podrá jugar en Uruguay.
¿Existe alguna otra ventaja? Una semana más, que ya estaba planificada por Ischia, puede ser negativa. Si Boca hubiera conocido la fecha del partido, probablemente hubiera jugado con más titulares el partido con Banfield. Ahí se vió claramente perjudicado, y es posible que el próximo partido estuviera planificado de una manera distinta a la que finalmente deberá ser disputado. ¿Juega Riquelme el domingo o descansa?¿Cáceres arriesga?¿Morel Rodríguez e Ibarra serán los laterales o descansan durante 10 días?
Creo que en líneas generales, la postergación perjudica claramente las posibilidades de Boca en el torneo local. Sin embargo, una semana más a favor de la recuperación de Riquelme puede resultar importantísimo en las posibilidades de obtener una nueva Copa Libertadores.
La postergación, por parte de Riquelme, se agradece.
En primer lugar, sería interesante conocer los motivos de la postergación: un recital a organizarse en el estadio Centenario resulta una excusa que insulta a nuestra inteligencia. En el programa de Gonzalo Bonadeo, Despertate de una vez, comentaban diferentes alternativas, entre las cuales aparecía una solicitud de Boca Juniors para tener una cantidad de entradas que únicamente el estadio Centenario podía asegurar. Probablemente este sea el argumento (las entradas y el dinero, exacto) que una torpe Confederación Sudamericana no puede justificar. ¿Cómo resolver el tema de las entradas si no pueden reasignar sedes para los equipos mexicanos?¿es muy difícil jugar el partido un miércoles?
Dejando de lado estas cuestiones, veamos al equipo xeneize. Varios jugadores lesionados (Riquelme, Figueroa, Calvo, Muñoz) contarán con una semana más de recuperación. ¿Resulta una ventaja? Salvo el caso de Riquelme, ninguno de los demás podrá jugar en Uruguay.
¿Existe alguna otra ventaja? Una semana más, que ya estaba planificada por Ischia, puede ser negativa. Si Boca hubiera conocido la fecha del partido, probablemente hubiera jugado con más titulares el partido con Banfield. Ahí se vió claramente perjudicado, y es posible que el próximo partido estuviera planificado de una manera distinta a la que finalmente deberá ser disputado. ¿Juega Riquelme el domingo o descansa?¿Cáceres arriesga?¿Morel Rodríguez e Ibarra serán los laterales o descansan durante 10 días?
Creo que en líneas generales, la postergación perjudica claramente las posibilidades de Boca en el torneo local. Sin embargo, una semana más a favor de la recuperación de Riquelme puede resultar importantísimo en las posibilidades de obtener una nueva Copa Libertadores.
La postergación, por parte de Riquelme, se agradece.
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